El día comenzó soleado y me
quedaba una etapa relativamente corta comparada con las anteriores. Así que
empecé temprano, tenía ganas de llegar a Ámsterdam y hacer “parada y fonda” un
par de días.
Durante el trayecto disfruto del
paseo junto a los canales que forman gran parte de su geografía. Aprovechando
el buen día los propios pasean con sus barcos relucientes al sol. Van muy
despacio, yo los adelanto con mi pedaleo tranquilo y algunos saludan.
A 22 klm. de Ámsterdam hago una
parada para sentarme en uno de los embarcaderos que hay a las orillas de los
canales, me descalzo y hundo los pies en el agua fresca y resulta muy
relajante. Justo detrás de mí hay un bar, ningún turista sólo gente de la zona,
me despierta la curiosidad y me dirijo a verlo, es entre tienda y bar pero lo
impresionante es que sólo venden una cosa, anguila ahumada, bueno, también bebida.
Pido una tapa que consiste en unos filetitos de este larguirucho pez metido a
modo de bocadillo en un pan redondo pequeño y para acompañar una cerveza (tapa
3 €, cerveza 2€). Traslado una mesa y una silla debajo de un árbol que hay en
la puerta de la taberna y degusto el manjar con absoluto deleite.
Al cabo de un buen rato de
descanso en el bar sigo paseando por las orillas de los canales que ya no los
abandonaría hasta llegar al lugar de destino.
Una vez llegado a la ciudad busco
alojamiento, pero todo era caro, al final encuento una habitación de albergue
por 35 € la noche, al día siguiente me trasladé a otra que costaba 25 €.
Para quien no haya venido nunca a
Ámsterdam hay que advertirle que no se lo debería de perder si se le presenta
la oportunidad. Es una ciudad viva, te ofrece lugares de fiesta, bares y
restaurantes con encanto y rincones entrañables, todo ello con la singularidad
de sus canales, puentes y arquitectura fascinante, un lujo para pasear en
bicicleta absoluta protagonista de la ciudad.
En cuanto al presupuesto, decir
que me dejé llevar por el embrujo de esta city y sobrepasé el presupuesto con
creces ya que comí y cené en bares.
Juanfra me quede con ganas de saber que farra te hubieras corrido en el pueblecito en fiestas....seria parecido a las de Casares o Huetre...no me acuerdo del nombre...un saludo y dejate llevar como el sol y el viento...LIBRE LIBRE.
ResponderEliminarLuts
En las ciudades se gasta, es inevitable para los que somos urbanitas.
ResponderEliminarAmsssssssssssssterdaaaaam.
Un abrazo y sigue con ánimos.
P.D
Mándale guasapas a Maribel de vez en cuando diciendo por donde andas.
Hola Chavalote!!! Nos alegramos de que estes disfrutando de esos rincones, canales, pescado y demassss de los Paises Bajos!!! Un besazo y animo en tu proximo trajecto. Luisa y José
ResponderEliminarHola Juanfra!!
ResponderEliminarQué viaje tan chulo estás haciendo. Todo aquello es precioso..
Nada, que sigas disfrutando mucho.
Un abrazo.
María